viernes, 10 de enero de 2014

Las 4 propiedades que debe tener un buen logo. (Curso para diseñadores)

Las 4 propiedades que debe tener un buen logo. (Curso para diseñadores)

propiedades de  un logo
A la hora de afrontar el proceso de diseño de un logotipo, el diseñador ha de recopilar la máxima cantidad de información para hacerse una idea lo más completa posible sobre el tipo de empresa que pretende representar: servicios o productos que ofrece, filosofía de empresa, público objetivo, etc...
Un buen logotipo es aquel que consigue transmitir todas las características de una empresa o servicio, representándola de forma coherente y logrando captar la atención del cliente por medio de un mensaje que empatiza con sus valores, preferencias, estilo de vida, etc...
Ese mensaje que envía el logo es visual y es semántico: tienen una forma, una tipografía, unos colores...y también tiene un significado. Tanto la forma como el texto deben “hablar” sobre la empresa o producto que hay detrás.
Es difícil establecer unas principios generales sobre como debería ser un buen logo, porque existen tantos tipos de logos como tipos de productos: artesanales, conservadores, exclusivos, radicales, únicos...
Sin embargo si podemos establecer una serie de puntos inherentes a cualquier buen logo:

1. Legible:

Un logo nunca debería transmitir dudas sobre el nombre de la compañía o la marca. La legibilidad es un factor básico, y muchas veces en aras de la creatividad muchos diseñadores traspasan esta línea porque han encontrado una idea muy interesante: a veces queremos que el isotipo sustituya a una una letra aprovechando su parecido formal, o queremos escribir toda la palabra en un trazo continuo para que la forma de una letra sea parte de la siguiente, o damos prioridad a una armonía estética aunque no se entienda bien lo que dice:
El que un logo tenga varios significados a la vez está muy bien, es una de los detalles que hace que un logo sea bueno, pero no debemos forzar las cosas, si el texto no es perfectamente legible debemos posponer esa ida quizás para otro logo.
También hay que tener cuidado con usar tipografías demasiado ornamentadas o experimentarles, usar diferentes colores en el texto que resalten mucho unas letras frente a otras, usar diferentes tamaños de letras en la misma palabra, etc...
En cuanto al icono o isotipo ocurre exactamente lo mismo, son famosos los ejemplos que circulan por internet de logotipos que sin quererlo tienen una interpretación sexual.

A la hora de diseñar el isotipo debemos buscar originalidad, pero también una lectura clara que no invite a errores. Siempre el mejor logo será aquel que con la mínima expresión es capaz de sintetizar lo máximo. Por eso hay que intentar buscar el minimalismo y quitar todo aquello que sea innecesario.

2. Adaptable:

Un buen logo debe de poder adaptarse a todo tipo de formatos y tipos de reproducción. A veces esto nos puede limitar un poco en la creatividad pero por encima de todo debe estar siempre la necesidad de comunicar de una empresa a través de su logo.
Por tanto a la hora de diseñar debemos pensar por lo menos en que pueda tener varias versiones: en negativo, escala de grises, en una solo tinta y una buena legibilidad cuando se reduce. Un logo debe de ser diseñado para poder expandir la imagen de la empresa en todo tipo de formatos: una web, impreso, bordado, estampado, serigrafiado, etc....no para limitar o crear problemas de comunicación a esa empresa.

Debemos por tanto evitar las ilustraciones detallistas, hechas con acuarela, colores excesivamente claros, degradados de color complicados, etc...pueden ser logos bonitos, pero no son buenos logos porque no cumplen con el principio de adaptabilidad.
Estos logos son bonitos pero ¿que pasa si tenemos que reducirlos o ponerlos en blanco y negro? Pues que no se leen o pierden parte de su sentido porque estaba basado en el color.

3. Coherente:

Como ya adelantamos antes es importante informarse bien sobre las características de la empresa antes de empezar a diseñar el logo. Nada tiene que ver la imagen gráfica de un supermercado que basa su éxito en sus precios económicos, con otro que vende productos “gourmet”. Podemos caer en el error de pensar que los logotipos de productos de calidad suelen ser mejores que los logos para marcas “chollo”, pero la verdad es que no. 
Un logotipo está hecho para cumplir una misión: transmitir lo mejor posible el servicio o producto que se esconde detrás. Por eso, debemos fijarnos bien a la hora de diseñar si queremos transmitir elegancia, ahorro, transgresión, originalidad...y hacerlo siempre bien, adaptándonos a cada cliente.

4. Perdurable:

Todos tenemos en nuestra mente diseños de logotipos que llevan años en nuestras vidas, perdurando por encima de las modas, inalterables al paso del tiempo: Nike, Apple, McDonals, Mercedes...
Son marcas que no necesitan estar acompañadas del nombre para poder identificarlas. Son ejemplos de éxito a nivel de imagen y si nos fijamos todas coinciden en varios aspectos que hemos señalado anteriormente:
Tienen definición, líneas claras y contundentes. hay sencillez, minimalismo, y representan a la perfección la regla de oro del diseño: “Menos es más”.
Por +Alejandro Prieto. Director de +Logoestilo . (www.logoestilo.com)

jueves, 9 de enero de 2014

Cómo registrar tu marca

Cómo registrar tu marca

Una vez que tu logo está listo quizás te preguntes si deberías hacer algo para protegerlo...
Pues bien, lo primero que te recomendamos es que compres el dominio cuanto antes, suponiendo que no lo hayas hecho ya. Un dominio libre es imprescindible hoy en día, especialmente para aquellas empresas que utilizan internet como medio para distribuir sus productos o para darse a conocer.

A continuación te recomendamos que registres tu marca, ya que al hacerlo te conviertes en dueño de ella, lo que te da derecho a su uso en exclusividad y te protege frente a terceros que estén usando un nombre igual o similar.

Puedes registrar como “marca” una palabra, un icono, o una combinación de los dos (lo que entendemos por un logotipo). También puedes registrar un slogan, un envase ...¡o incluso un sonido!

Quizás te surja en algún momento la disyuntiva de si lo tuyo es un nombre comercial o una marca. La diferencia es muy sutil: el nombre comercial hace referencia a la empresa mientras que la marca hace referencia al servicio o el producto que sirve o produce esa empresa. Cualquier de las dos cosas puedes registrarlas.

Existen dos formas de registrar tu marca:
  • A través de la oficina nacional de patentes y marcas (la mayoría de los países tienen la suya).
  • A través de un abogado o agente de marcas.
La segunda opción es más cómoda pero también más cara y en muchos países ya se puede realizar todos los trámites por internet lo que hace mucho más sencillo y cómodo el registro de tu marca.

Como conseguir el registro de tu marca en España:

Antes de hacer el registro debes comprobar si tienes un dominio libre (mejor si es “.com” ) y comprarlo. Después puedes entrar en la web de la OEPM (Oficina Española de Patentes y Marcas), en el apartado de marcas y nombres comerciales, donde encontrarás un buscador en el que puedes comprobar si tu nombre está disponible para España, Europa o todo el mundo.
Después debes saber que a la hora de registrar una marca hay que especificar a que categoría pertenece tu marca: publicidad, construcción, transporte, etc...existen 45 categorías entre productos y servicios que se rigen por lo que llaman “Clasificación de Niza” (infórmate aquí). Esto hace que sea posible que puedan coexistir dos marcas iguales si están en distintas categorías. Si quieres registrar la marca para varias categorías deberás abonar una tasa por cada solicitud.
Hay que tener en cuenta que el proceso es bastante lento: la tramitación de la solicitud tiene una duración aproximada de un año suponiendo que sea aceptada a la primera, por lo que si tienes claro que quieres registrar tu marca deberías hacerlo cuanto antes:
Para hacer el registro de tu marca vía internet tienes que acceder a la ventanilla virtual de la Oficina Española de Patentes y Marcas (tendrás que tener un DNI electrónico). Después debes seleccionar “Solicitud de Marca o nombre comercial individual o por lotes”. Descárgate el formulario en PDF para rellenarlo y la opción para enviarlo una vez que lo tengas preparado.
En el formulario se te pide entre otras cosas tu nombre, domicilio y NIF, una imagen “.jpg” de la marca (300 píxeles de resolución y un tamaño máximo de 12 x 8 cms.) y la categoría en la que quieres registrar tu marca.
Una vez enviado el formulario tendrás que pagar “on-line” para lo que te ofrecen distintos mecanismos. El coste para una sola categoría ronda los 140 euros, añadiendo 90 euros más por cada categoría extra (precios aproximados).
La duración del registro es de diez años a partir de la fecha del depósito de la solicitud y pueden ser renovados indefinidamente. El coste por la inscripción de una marca es siempre el mismo, independientemente del tipo de marca que registres (nombre, icono, ambos...)
También puedes descargarte un manual del solicitante donde te ayudaran a entender mejor el proceso.
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viernes, 3 de enero de 2014

Cómo diseñar un logotipo (Primera parte)

Este artículo está dirigido a todas aquellas personas que quieran aprender a crear la imagen corporativa de cualquier producto o empresa de forma ordenada y metódica (desterrando el mito de la creatividad que surge del caos). Os enseñaré paso a paso aquellos elementos que debemos tener en cuenta en el proceso de diseño de un logotipo, y como aprender a abordar cada nuevo proyecto en función de las características propias de cada empresa o actividad.
Tras 15 años de actividad en nuestro estudio, dedicados al diseño de imagen corporativa para todo tipo de empresas y clientes, cientos de diseños y miles de ideas que no vieron la luz, he llegado a una conclusión que nunca hubiera sospechado al principio: El diseño de un logotipo es algo mucho menos creativo de lo que a priori se pudiera pensar. El proceso es bastante matemático, si bien es verdad que es necesaria la imaginación o más bien la capacidad de asociación de ideas y formas para poder desarrollar el logotipo a partir de unas pautas que a continuación detallaré. Este patrón que dirigen el desarrollo de diseño es siempre el mismo en la mayoría de los casos. Aunque es verdad que en los logotipos, igual que en los verbos, existen regulares e irregulares, es decir, una mayoría cuyo diseño obedece a un método y una minoría obtenido de una forma mas creativa, basado por ejemplo en una ilustración o a través de una tipografía elaborada.
Nos centraremos de momento en los logotipos que siguen un patrón de diseño: lo primero que se debe de hacer cuando uno recibe un encargo es fijarse en el nombre de la empresa o producto y en la actividad que desarrollará, publico objetivo, etc... (Seguramente en la primera impresión ya te llegan a la cabeza ideas que se desarrollaron anteriormente para otras empresas similares, por la actividad o por el nombre.)
Lo siguiente en lo que debemos fijarnos es en la primera letra de la empresa o producto. La mayoría de los logotipos de todo el mundo utilizan la primera inicial del nombre como isotipo. La razón es muy sencilla y no por ello menos válida, ya que permite que solo con ver el isotipo podamos recordar fácilmente el nombre completo de la empresa que representa.
Nuestro objetivo será usar la inicial del nombre del producto adaptando su diseño a una imagen que represente la actividad de la empresa. Si conseguimos solucionar esto de una forma sencilla y original ya tendremos gran parte del trabajo hecho.
El factor suerte aquí es determinante ya que cada letra de nuestro abecedario tiene unas características formales propias que nos ayudaran a encontrar un diseño que se adapte a la actividad de la empresa. Por ejemplo, si queremos hacer el logotipo para una peluquería la suerte estará con nosotros si casualmente el nombre del negocio empieza por "X", o por "S", ya que es fácil asociar formalmente la "X" con unas tijeras o la "S" con una cabellera. Normalmente encontraremos siempre alguna asociación entre la inicial y objetos o conceptos asociados a la actividad de la empresa. Es cierto que algunas letras nos lo ponen mas difícil (Por ejemplo la "I" es una letra tan sencilla que es difícil encontrar un isotipo que además de ser una "I" represente la actividad de nuestro logo.) Cuando este sea nuestro, caso debemos estudiar otros caminos que nos permitan encontrar una solución.
Cuando el nombre de la empresa sean dos palabras o más intentaremos usar las dos iniciales para crear un isotipo que nos evoque formalmente un despacho de abogados, una empresa de ingeniería o el tipo de empresa que nos hayan encargado.
A continuación daré algunas soluciones que podemos utilizar cuando el nombre de la empresa nos de problemas:
  • Cuando la inicial no nos ayude a encontrar un isotipo que se asocie a la empresa, podemos probar a usar otra letra dentro del nombre que sea significativa, como una "K", o "X", letras de uso poco común y que pueden convertirse en la identidad de la empresa aunque no sean su inicial
  • Cuando el nombre tenga tres o más palabras hay que preguntar al cliente si no sería mejor usar sólo las iniciales y poner el nombre completo en pequeño, abajo o en algún otro lugar.
  • En caso de que el nombre de la empresa esté formado por 3 o 4 iniciales o sea un nombre corto de no más de 6 letras aconsejo que el isotipo vaya integrado dentro del nombre, no a la izquierda o arriba como suele ocurrir en muchos casos. De esta manera la imagen de marca será mas contundente. En estos casos hay que intentar siempre que el isotipo que forma parte del texto también pueda funcionar sin texto, ya que esto nos permitirá desarrollar una imagen de marca mucho mas creativa y extensa.
  • En general los logotipos cuyo isotipo se integra en el nombre de forma creativa y sencilla dan una imagen de marca mas contundente, el problema es que no siempre podemos hacerlo, bien porque la morfología de las letras que conforman nuestro logo no lo permite o porque es una palabra demasiado larga y el isotipo pude quedar muy difuso entre tanto texto.
  • En algunos casos, especialmente cuando el nombre de la empresa es corto podemos crear la imagen de marca simplemente usando una tipografía que evoque su actividad: "vegetal" para una empresa de plantas, "modular" para un estudio de arquitectura, etc...(Es bueno contar siempre con un extenso archivo de tipografías).
Una vez que tenemos ya esbozadas algunas ideas para el isotipo debemos empezar a trabajar la tipografía. No podemos desarrollar el isotipo y olvidarnos de la tipografía, ya que es importante que haya una relación entre las dos partes. Por ejemplo, si nuestro isotipo se basa en una "S", es importante que la tipografía de esta inicial sea la misma que la que usamos en el texto. Naturalmente se admiten siempre excepciones, pero sólo cuando está muy justificado.
Para elegir la tipografía lo primero que debemos pensar es en la actividad de la empresa y en el público objetivo al que queremos captar. Existen un gran numero de actividades empresariales y cada uno de ellos nos evoca una tipografía distinta. En las webs de tipografías podemos buscar tipos de letra a partir de palabras clave como "futurista", "geométrica", "infantil", etc...De esta manera podemos ver si hay alguna tipografía que se ajuste al nombre de nuestro logo. Existe también la tipografía comodín, que podemos usar para cualquier actividad y que siempre queda bien. Nos referimos a la "Helvética" o similares.
En muchos casos veremos que el nombre queda muy aburrido, lo vemos demasiado largo o carente de personalidad. Para esto también existen distintas soluciones:
  • Usar cursiva. En principio esto le dará dinamismo al texto.
  • Las minúsculas a diferencia de las mayúsculas, no crean una línea uniforme sino que pueden tener un ritmo arriba y abajo, siguiendo las características formales de las letras.
  • Prueba a unir letras. En algunos casos podemos estirar o suprimir algunos elementos de las letras consiguiendo que estas se unan de alguna manera. Son pequeños detalles que darán personalidad al texto.
  • Separa palabras o sílabas mediante colores o diferencia de grosores, tipografías, etc...
Una vez que tenemos unas cuantas tipografías que pueden funcionar bien, debemos probar que tal quedan con los isotipos que hemos pensado, intentando que el tipo de letra sea igual en las dos partes. Si podemos integrar el isotipo en el texto mejor, aunque como hemos dicho anteriormente esto no siempre funciona. También es importante que una parte no anule a la otra. Es decir, si tenemos un isotipo y un texto, no podemos dejar que este texto tenga algún detalle que no aparezca en el isotipo, porque en este caso estamos haciendo dos logotipos distintos. Es mejor probar ese texto solo, sin isotipo, ya que ese detalle en el texto puede ser suficiente para nuestra imagen de marca. Y si nos gusta mucho el isotipo, entonces debemos simplificar el texto, quitar detalles dejando que solo se asocie al isotipo a través del color o la tipografía.
Para terminar sólo nos queda elegir el color. Por lo general se aconseja usar no más de 2 o 3 colores corporativos, para no diluir la imagen de marca y perder efectividad. En algunos casos puede estar justificado usar más de 3 colores, degradados, etc...aunque hay que estudiar bien que esto no nos de problemas a la hora de producir el logo en todo tipo de soportes.
Existen en nuestra memoria visual una gama de colores asociados a cada actividad empresarial o producto: Por ejemplo la alimentación usa mucho rojos, verdes, negros...Los abogados usan más azul, oro, granate...sin embargo hoy en día esto se está rompiendo precisamente por la necesidad de diferenciarse del resto, y todas las gamas de color han irrumpido en todo tipo de sectores empresariales. Por eso en ocasiones el uso de un color u otro depende únicamente de los colores que utilicen las empresas de la competencia o simplemente del gusto de nuestro cliente.
+Alejandro Prieto. Director de +Logoestilo